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Chocolate caliente belga y calentadores de manos

La historia sobre

Revista

14 octubre 2024

Cuando nuestro fundador, Alain Coumont, era un niño en Bélgica, todos los miércoles por la tarde iba a casa de su «abuela», que le recibía con un tazón de chocolate caliente humeante. Alain lo envolvía con las manos, dejando que el calor penetrara en su cuerpo y ahuyentara el frío invernal. Como chef, llevó el recuerdo de ese calor a las mesas de Le Pain Quotidien. A día de hoy, unos simples cuencos siguen despertando recuerdos del deleite de un niño y siguen llevando el calor a nuestros amigos. Ya sea en forma de chocolate caliente o de té ecológico, recibirá la misma bienvenida con nuestros cuencos anchos y redondos. Tómelo en sus manos y siéntase a gusto.

Capítulo 1

Chocolate caliente belga y calentadores de manos

Una tradición de calidez

Cuando nuestro fundador, Alain Coumont, era un niño en Bélgica, todos los miércoles por la tarde iba a casa de su «abuela», que le recibía con un tazón de chocolate caliente humeante. Alain lo envolvía con las manos, dejando que el calor penetrara en su cuerpo y ahuyentara el frío invernal. Como chef, llevó el recuerdo de ese calor a las mesas de Le Pain Quotidien. A día de hoy, unos simples cuencos siguen despertando recuerdos del deleite de un niño y siguen llevando el calor a nuestros amigos. Ya sea en forma de chocolate caliente o de té ecológico, recibirá la misma bienvenida con nuestros cuencos anchos y redondos. Tómelo en sus manos y siéntase a gusto.

Capítulo 2

Chocolate caliente belga y calentadores de manos

La experiencia única de los tazones de Le Pain Quotidien.

Los cuencos anchos y redondos de Le Pain Quotidien no son sólo recipientes para servir bebidas, sino que forman parte integral de la experiencia. Al sostener un cuenco entre las manos, se siente el confort y el placer inmediatos que se derivan de su suave calor. Esta experiencia táctil le conecta con el recuerdo de la infancia de Alain, creando un vínculo entre el pasado y el presente, y entre usted y la esencia de Le Pain Quotidien. Es una experiencia sencilla pero profunda que encarna nuestra filosofía de calidez y hospitalidad comunitarias.

Capítulo 3

Chocolate caliente belga y calentadores de manos

En Le Pain Quotidien, creemos en el poder de crear nuevos recuerdos a la vez que honramos las viejas tradiciones. Cada taza de chocolate caliente o té es una oportunidad para forjar vínculos, ya sea compartiendo historias con amigos o simplemente disfrutando de un momento de soledad. El calor del tazón en tus manos es un suave recordatorio de la importancia de tomarse tiempo para uno mismo y abrazar las alegrías sencillas que ofrece la vida.

Creando nuevos recuerdos

Pensamientos Finales

Chocolate caliente belga y calentadores de manos

En conclusión, la tradición del chocolate caliente y los calentadores de manos belgas en Le Pain Quotidien es algo más que un guiño al pasado: es una celebración del calor, el confort y la comunidad. Le invitamos a unirse a nosotros, a experimentar la alegría y la nostalgia que acompaña a cada tazón y a crear sus propios recuerdos entrañables en el acogedor abrazo de nuestras mesas.

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Nuestras tartines

Una rebanada de pan... e innumerables variaciones.... Las rebanadas de nuestro pan artesano de 2 kg sirven de lienzo para una miríada de ingredientes de temporada. Se unen para formar nuestras tartinas, la versión belga del sándwich. Además del sándwich cerrado, la tartine es una versión abierta muy popular en Bélgica. Sencillas y elegantes a la vez, nuestras tartine aportan sabor a la mesa y deleitan el paladar. ¿Sabía que la palabra tartine procede etimológicamente del francés antiguo, diminutivo de tarte (tarta)? La palabra tartiner en francés significa literalmente «untar»; en nuestro caso: untar mantequilla, queso e ingredientes en una rebanada de pan de masa madre.

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ENCUENTROS ALREDEDOR DE NUESTRA MESA COMUNAL

Nuestra primera mesa comunal en la calle Dansaert de Bruselas se hizo con madera recuperada de los suelos de los trenes belgas que habían sido retirados del servicio. Aquellos sencillos tablones se convirtieron en una tradición. Hoy, esa misma madera tosca y recuperada sigue aportando confort rústico a nuestros restaurantes, y las mesas comunales se han convertido en nuestros centros de mesa. Creemos que la comunidad es lo que nutre, inspira y alimenta el alma. Nuestras mesas son lo bastante largas para que quepan todos y lo bastante estrechas para que todos puedan hablar; en ellas se reencuentran los amigos y se forjan nuevas amistades, relaciones y trayectorias profesionales en torno a la apreciación compartida de la deliciosa comida y la buena compañía. Para cada mesa nueva, la madera vieja se cepilla y lija hasta que queda completamente lisa, y la superficie sólo mejora después de años de que las manos de los invitados la toquen y los anfitriones la limpien.

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Por favor tómese su tiempo.

Bienvenido a casa

Le Pain Quotidien significa «el pan de cada día». Y para nosotros, eso lo significa todo. Es mucho más que un mero sustento; es una forma de vida.

Sencillo. Fresco. Honesto.

Nuestros platos

Nuestro menú se basa en ingredientes naturales y honestos, preparados frescos cada día. Y en el centro de todo está el pan que lo une todo.